Hoy os traemos la tercera y ultima parte de nuestro artículo sobre “Del papel moneda a las criptomonedas”. Esperamos tenga tanto éxito como las dos anteriores: gracias por seguir a Bufet Gambús, tus abogados en Barcelona.
En las denominadas monedas virtuales, con interés inferiores a las tarjetas de crédito, la transacción se realiza exclusivamente a través de ordenadores (no tiene representación física como los billetes). Actualmente existen más de 150 de estas monedas virtuales, la más destacadas en la actualidad son: Bitcoin, Peercoin, Ripple, Etherum, Litecoin y el, Dogecoin.
Las criptomonedas se subdividen a su vez en: altcoins, metacoins, appchains o appcoins.
Las monedas, de tipo criptográficas, como el Bitcoin, se originan, por el uso de ciertos algoritmos, y para conseguirlas, así como para gestionar las transacciones, se necesita de potentes procesadores. Los primeros algoritmos aparecen alrededor de 1985.
El bitcoin cuyo nombre se inició en el año 2009. Es un código encriptado, que va asociado a una dirección y que le pertenece a una persona, con lo cual la dirección de bitcoin indica quien es el dueño de esa moneda. Es por lo tanto anónima, y quien la tiene en su poder cada momento es su poseedor o propietario.
Las direcciones de bitcoin se guardan en monederos virtuales, que pertenecen a personas físicas.
Cuando dos usuarios del sistema, realizan transacción de bitcoins (cambian divisas, pagan o cobran con la moneda) dicha operación solo es válida hasta que la validen los usuarios de la red P2P (en castellano entre pares) de Bitcoin, que está integrada, puesta por otros usuarios, y por mineros. Recuerda que si tienes cualquier consulta puedes llamar a Bufet Gambús, tus abogados en Barcelona, y resolveremos todas tus dudas acerca de las criptomonedas.
Estas transacciones se agrupan en bloques y requieren complejos cálculos matemáticos, por eso le llaman la moneda que está respaldada por la matemática, y para procesarse, una potencia de cálculo que aportan los mineros. Cada 10 minutos se origina un nuevo bloque con un nuevo bitcoin sin dueño, que se lo reparten los mineros que han participado, en la formación del bloque.
Los nuevos bitcoins se van formando cada cierto tiempo, así es como aumenta el mercado. Sólo podrán existir un máximo de 21 millones de Bitcoins, pero para llegar a esta cifra faltan muchos años.
Como el número de participantes va en constante crecimiento es por eso, que cada vez toca a menos el reparto. Permite que una parte de las transacciones, una especie de tasa, les corresponda a los mineros. La tasa la elige el que paga, entre más elevada sea tus transacciones son más velozmente procesadas tus transacciones.
Sólo cuando la mayoría de los usuarios dan por correcta una transacción, se considera que ya es válida. Generalmente se espera que se formen unos 7 bloques, y puede que se tarde aproximadamente una hora, para que ya sea el pago, o el cobro, en bitcoins sea válido.
Mediante las claves públicas y privadas de los que han realizado la operación, se cambia la dirección de bitcoin, para indicar el nuevo dueño de cada bitcoin. Aparece entonces a quien va pagado, la dirección que la envía y también la cantidad de moneda.
Podríamos decir que este sistema de pago no se encuentra respaldado por ninguna entidad bancaria, ningún banco central. Son necesarios los conocimientos para poder crear un Bitcoin, aunque es cada vez más difícil debido a los algoritmos y minería que hay que implementar.
Igualmente se puede expresar que estas monedas virtuales no tienen respaldo de ningún Gobierno, En esta medida es un riesgo. Su medio de circulación es la red. Su posible triunfo futuro, hará una revolución en el campo monetario y un una gran transformación en la manera de concebir el dinero.
De momento parece no ser un riesgo en la estabilidad financiera global, por el poco porcentaje que representa en relación con el total; pero lo que si puede ser un riesgo para aquellos inversores que decidan invertir en criptomonedas, por su alta volatilidad. Igualmente por que son muy pocos los países que han establecidos leyes concretas para su circulación. En general su uso y comercialización aún genera mucha incertidumbre.
No hay que negar que existe, de por si, un riesgo asociado para los que deciden invertir en bitcoin, dada la elevada volatilidad de los precios, no tiene ninguna vigilancia de autoridad competente etc. Aun así hay muchos defensores de las criptomonedas, argumentan las bajas tasas y el nulo pago de impuestos, y que no existen conversiones monetarias, entre otras.
Hemos visto las desventajas asociadas a este tipo de monedas, las personas que no temen al riesgo de invertir, asumen el riesgo asociado y esto es inevitable en la sociedad actual.
Pero sólo podríamos considerar a las monedas virtuales como una divisa, si los depósitos estuvieran garantizados por algún Fondo de Garantía de Depósitos.
Quedan muchas preguntas por resolver y queda esperar si las monedas virtuales cumplirán con las funciones que debe cumplir el dinero para que funcionen como tal.
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