Bufet Gambús es un bufete de abogados en Barcelona especializado en diferentes áreas: laboral, civil, mercantil, fiscal y económica. Nuestro despacho de abogados le prestará el mejor asesoramiento posible y pondrá a su disposición la experiencia jurídica que hemos ganado a lo largo de todos estos años. En Bufet Gambús, conscientes del compromiso con nuestros clientes y de la importancia y seguridad de sus inversiones, le dejamos este artículo acerca las monedas para su conocimiento en la toma de decisiones a la hora de invertir.
A partir del momento en el que se empieza a desechar el uso de los bienes (1870), el trueque desaparece y se da origen a la utilización del papel moneda.
Patrón Oro Clásico
Este periodo de 1870 se conoce como la época del Patrón Oro Clásico. En este sistema existía una relación entre una unidad monetaria y una cantidad determinada del metal oro. La unidad de cuenta era el oro.
La relación de cambio entre las monedas guardaba relación directa con el contenido de oro de las mismas. El tipo de cambio establecido era fijo y, en principio, este sistema era muy funcional. No obstante, tenía algunas dificultades:
Beneficiaba solo a los países que tenían el metal: en contra de los que no lo poseían. La cantidad de dinero que circulaba era limitada, con lo cual la masa monetaria (M) cada vez se volvía más insuficiente. Las transacciones aumentaban a medida que las economías de los países progresaban, como sus transacciones internacionales. La falta de liquidez se convirtió en su principal dificultad, y es por esto que, en 1922 y hasta 1944, se evolucionó hasta el sistema Patrón de Cambios Oro.
Patrón de Cambios Oro
Este sistema intentó incrementar la cantidad de medios de pagos en circulación, y lo hizo a través del aumento de una moneda de aceptación general, que en su momento fue la libra esterlina. Debido a que en esa época el comercio internacional en su mayoría se realizaba a través de Inglaterra. El sistema se fundamentaba en la confianza hacia esta moneda aunque se sabía que no todas ellas podían ser canjeadas por oro. La unidad de cuenta en la mayoría de los países pasó a ser la libra, la unidad de referencia siguió siendo el oro y el tipo de cambio el fijo.
Sin embargo, este sistema también generó fallos. Al no tener un respaldo en oro, Inglaterra empezó a tener problemas para suministrar bienes y servicios que los países compraban al exterior. El tráfico del comercio exterior tomó otros rumbos, haciendo menos atractiva la libra y perdiendo la confianza en esta moneda. Con esto, el sistema no aguantó y fracasó, pero la segunda guerra mundial aplazó el establecimiento de un nuevo sistema hasta 1944.
Patrón de Cambios-Dólar
Es entonces cuando surge el nuevo sistema de Patrón de Cambios-Dólar, que se inicia en 1944 con los acuerdos de Bretton Woods y se extendió hasta principios de 1970.
Este nuevo sistema se sometió a la vigilancia y control del Fondo Monetario Internacional (FMI) que fue ideado en los acuerdos de Bretoon Woods, pero empezó a funcionar realmente en diciembre de 1945. En este caso, se establecen dos condiciones para el funcionamiento del sistema:
Convertibilidad del dólar en oro: y el establecimiento de un precio fijo de 35 dólares/onza (treinta y cinco dólares por onza de oro). Esta conversión solo era posible entre bancos centrales.
Monedas convertibles entre sí: la segunda condición fue que todas las monedas de los países integrados en este acuerdo fueran convertibles entre sí.
Este sistema funcionó, entre otras cosas, porque los Estados Unidos era el único país que estaba en condiciones de suministrar casi todo lo que los demás países necesitaban después de la segunda guerra mundial. Esto hizo que los demás países necesitasen dólares para sus transacciones. Los dólares fueron aceptados sin ninguna reserva en el comercio internacional, puesto que en esa época la reserva federal contaba con el gran respaldo de tener el 60% de todo el oro existente en el mundo.
Desafortunadamente, este sistema también empezó a generar dificultades porque, entre otras cosas, los países cada vez producían más mercancías y ya no era tan necesario comprar a Estados Unidos. El valor fijado al oro, por ser fijo, generó dificultades en su cotización y, aunque se terminó ajustando a 38 dólares por onza de oro con una fluctuación libre de un +/- 2,25%, esto no se mantuvo. El valor del oro siguió en incremento, con la consecuente devaluación del dólar.
En marzo del año 1973 este sistema cayó, se pasó a la fluctuación libre del valor de las monedas y se eliminó el precio oficial del oro.
Hasta aquí llegamos con la primera parte del artículo sobre las monedas, esperamos que haya sido de su interés. En la próxima publicación continuaremos con los sistemas monetarios que se han ido estableciendo en las últimas décadas. Recuerde que Bufet Gambús es su bufete de abogados en Barcelona. Si tiene cualquier problema o consulta jurídica, no dude en contactar con nuestro despacho de abogados. En Bufet Gambús estaremos encantados de ayudarle.